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Una experiencia extraordinaria
Libro la vegetariana
Han Kang nació en la ciudad de Gwangju en 1970. A los once años se mudó a Seúl con su familia. Tuvo una etapa difícil en su adolescencia y se identificó con escritores que se hacían las mismas preguntas que ella.
Tuvo la oportunidad de estudiar Letras en la Universidad Yonsei y al graduarse trabajó por tres años como periodista para las revistas Publishing Journal y Samtoh, entre otras. Debutó con el relato «El ancla escarlata».
Enseña Creación Literaria en el Instituto de Artes de Seúl, a la vez que escribe cuentos y novelas. Puedes también conocer la Novela Adulterio del Famoso escritor Paulo Coelho.
Dice la autora que, «hacer preguntas, eso para mí es escribir». No solo escribe las respuestas sino que simplemente se enfoca en redondear las preguntas y trata de mantener mucho tiempo dentro de ellas.
Resumen y sinopsis de La vegetariana de Han Kang
Publicado originalmente en Corea del Sur en 2007 e inspirado en el relato corto The Fruit of My Woman (El fruto de mi mujer), de la misma autora, La vegetariana fue la primera obra de Han que se convirtió en una película. La vegetariana es una mujer que se ha desligado de la violencia humana, de su canibalismo y su intolerancia, hasta convertirse en un ser enteramente vegetal.
Han Kang Libro la Vegetariana
Yeonghye es una joven aparentemente normal, sin mayores virtudes o defectos. Una noche, sin dar ninguna razón de haberle ocurrido algo para que su carácter cambiara drásticamente, su marido la encuentra en la cocina tirando a la basura toda la carne almacenada en el congelador.
Cuando él la increpa por lo que está haciendo, ella le dice que ha tenido un sueño y que abandonará la ingesta de carnes. Su determinación es absolutamente radical e irrevocable.
A partir de este momento, la creencia de Yeonghye se convierte en una afrenta feroz y en ocasiones sangrienta para sus familiares. Su decisión de no comer carne despierta unos instintos tan feroces entre los hombres que la rodean, que terminan convirtiendo la preocupación por su bienestar en puro ataque físico.
Un pequeño fragmento de la historia la describimos a continuación: «Durante la vigilia, tengo ganas de matar a las palomas encontrándose delante de mí, también me provoca retorcerle el cuello al gato del vecino. «Si pudiera dormir…si pudiera dejar de estar consciente aunque sea una hora. Odio compartir una comida con alguien que considera que comer carne es repugnante solo porque ellos mismos lo piensan… ¿No te parece?”
Pero su forma física no tarda en crear el espacio negativo tan temido por su círculo más próximo: pérdida de peso, insomnio, disminución de la libido y, finalmente, abandono de la vida cotidiana “civilizada”.
La mancha mongólica, título de la segunda sección, recibe ese nombre por la marca que suele aparecer en el nacimiento y aumenta en los primeros años de vida para después desaparecer de modo gradual.
Esta mancha verdosa que Yeongyhe sigue teniendo grabada en su cuerpo aun siendo adulta es también el signo de su pureza frente a la sangre, la grasa y la suciedad. Encarnadas estas en los otros, como su cuñado, un viejo artista que utilizará a Yeongyhe a modo de lienzo para su obra onírica. Los árboles en llamas, es la tercera y última parte de esta novela, está atravesada por una lluvia lenta y balbuceante como su protagonista.
«Tu propio cuerpo es lo único a lo que le puedes hacer daño Es lo único con lo que puedes hacer lo que quieres. Pero ni eso te dejan hacer.»